domingo, 15 de febrero de 2009

Impetuoso destino



El viento suave inquietaba mi cuerpo aquella noche que te conocí,
Las estrellas parecían estar tan cerca q con estirar las manos sentía tocarlas,
El cielo era de un azul penetrante y fascinaba a mis ojos
Solo algunas pequeñas nubes lo empalidecían
Mirándolas atónitos, intentábamos encontrarle enigmáticas formas
La brisa era calida y envolvente, acariciaba mi rostro
Y parecía llevarnos aferrados de sus manos al paraíso
Caminamos calles abajo hasta toparnos con la aun tibia arena,
Que después de un agitado dia, parecía descansar en los regazos del suelo
De repente, el cielo comenzó a derramar pequeñitas y casi imperceptibles gotas
Acaso era la bendición de ese profundo cielo azul para este amor que comenzaba??
Corrimos tomados de las manos como niños en el parque buscando un refugio,
Solo encontramos blancas carpas, a esas horas desoladas,
Que nos resguardaron de la intrépida lluvia
Sobresaltos a nuestros corazones provoco aquella linterna de un valeroso sereno Que irrumpió el más lindo de los besos,
Y como hojas en el otoño arrastradas por el viento nos echamos a correr nuevamente,
Rompimos en carcajadas compartidas y cómplices…
La llovizna ya se había disipado y las nubes se habían escondido….
Ni la mismisima madre naturaleza podia evitar esa mezcla rara de emociones…
En nuestro esporádico y furtivo lecho de amor, si saberlo aun,
Descubríamos aquel manto negro que se nos acercaba como acechándonos
Estábamos sentados en aquellas frías rocas maravillados por tan bello espectaculo que nos ofrecía el hermoso pero respetado oceano
La espuma del aquel bravío mar parecía tocar la punta de tus pies
y aquel estridente rugir de las olas era casi una melodía admirable
Habíamos encontrado el paraíso en la tierra…
Era la noche soñada cual cuentos de hadas,
La luna, seria la principal testigo silenciosa
de aquella desinteresada demostración de entrega de dos almas al placer.
Y fue asi, bajo ese perfecto y fascinante paisaje,
Con un danzar suave nos entregamos en cuerpo y alma
Una vez acabado el suave baile del amor, me recliné en tu pecho y
Juntos observamos las estrellas,
Parecía que el agua las hubiese rociado y en su paso lavado
¿Estaban mas brillantes aun o eran nuestros ojos que las apreciaban distinto?
Sin darnos cuenta habiamos posado nuestra perdida vista, como buscando darle un poco de sosiego a nuestros latidos, en la misma estrella
Y en ese momento mire tus sublimes y oscuros ojos y note un pequeño destello de amor, entonces de nuevo volví mi mirada al cielo
Y como quien guarda el secreto de un delito, en silencio pedí un deseo …
¡!Que dios permita que te quedes toda la vida a mi lado!!!!
Así, esa noche de verano, de un 28 de enero de hace algunos años empezaba esta historia de amor…
No se si le debo este deseo a esa majestuosa estrella, que en las noches vuelvo a recordar .,
A dios todo poderoso que escucho el grito desesperado de mi corazon por un poquito de tu amor
o al impetuoso destino que me jugo una trampa y me hizo enamorar …

hoy siete años mas tarde recuerdo ese dia como uno de los mejores de mi vida
te amo con toda mi alma

1 comentario:

Komxn dijo...

Me encanto lo que escribiste, pero mas que eso me encantaste vos. Un beso chavala.